domingo, febrero 18, 2007

Adios a mi "gueli"...

Después de tirarme a la libre vida y de abandonar mis responsabilidades bloguísticas por más de un mes, pensaba que la siguiente actualización de esta bitácora correspondería a un sumario más bien alegre de mis actividades como chilena no transplantada, pero las cosas no siempre resultan como uno quisiera.

Antes de ayer recibí la noticia de que mi "gueli", la mamá de mi mamá, no estaba bien y que mi mamá estaba viajando de emergencia a Parral. Ayer las noticias no fueron mejores y miles de kilometros a la distancia, la voz de mi papá me informaba que mi "gueli" había pasado a mejor vida.

No fui muy cercana a mi "gueli", quizás por lo de vivir en un país largo y flaco, nunca vivimos cerca y creo que esa es la profunda razón. Aunque no fueron muchas las veces, tengo buenos recuerdos de los momentos en que la fui a visitar... Mi "gueli" siempre se esmeraba por demostrar su cariño de la forma en que todas las abuelas chilenas parecen coludirse para expresar amor: la comida. Siempre se quejaba de que yo comía como pajarito y creo que siempre quizo más a mi hermano, que nunca rehusó ninguna comida que saliera de la cocina de la abuela Meche.

Mi gueli Meche siempre fue independiente, de caracter fuerte sin disculpas y coqueta como ella sola. Mientras estuve en Chile, la fui a ver, por alguna razón tenía la corazonada que sería la última vez que la vería. De la Meche de mi memoria, sólo quedaba una sombra como si su luz se fuera apagando poco a poco.

Aunque no fui muy cercana a mi gueli Meche, igual se me crea un nudo en la garganta con su partida, siento que parte de mi mundo mental ya no existe con el vacio que nos deja. Hasta hace un día, tenia una gueli que vivía en una casa en frente de la alameda en el polvoriento pueblo de Parral, cuna de nuestro ilustre Pablo Neruda, hoy esa realidad se desvanece en el viento, sólo quedan los recuerdos.